Siguiendo con las ayudas referentes a ambientación, después de ofrecer la recopilación de grabados y explicaciones sobre diferentes aspectos de la vida cotidiana en la Antigua Roma, os traigo un documento en el que llevaba meses trabajando, en el cual he investigado, clasificado y traducido unos trescientos proverbios y expresiones latinas.
Me ha resultado muy curioso comprobar que muchas de nuestras expresiones actuales provienen de los romanos e incluso de los griegos; por ejemplo, “darle la patada a alguien”, para decir que le damos de lado, “soñar despierto”, “no tener ni pies ni cabeza”, “morder el anzuelo” y muchas otras se conservan intactas, mientras que otras conservan la base pero se observa cierta evolución, como “los iguales entre sí fácilmente se asocian”, equivalente a nuestro “Dios los cría y ellos se juntan”, o “provocar una tempestad en un vaso de agua”, que es “ahogarse en un vaso de agua”. Otros provienen del lenguaje no verbal, lo cual nos sirve para saber algunos de los gestos que usaban y su significado, como “dar un codazo”, lo cual se hacía para reprobar un comportamiento o comentario, o “tirar de la barba”, que era como el guantazo del siglo de Oro para retar a un duelo.
Los hay, por supuesto, que nos resultan extraños, pero en esos casos he investigado su procedencia y doy una breve explicación. Por ejemplo, uno de los más curiosos, “tener un caballo Sejano”, que se usa para decir que alguien tiene la negra o que la mala suerte le persigue, proviene de una leyenda acerca de un caballo que fue el mejor ejemplar que ha existido, pero todos los dueños que tuvo (el primero de los cuales se llamaba Sejano, de ahí el proverbio) tuvieron un final triste o sufrieron desgracias, como Casio (asesino de César, que se suicidó) y Marco Antonio.
El uso de estos proverbios en las partidas ambientadas en Roma deberían limitarse a uno o dos por sesión, y aquellos que requieran de explicación deberían darse en situaciones en las que su aclaración no corte bruscamente la escena; estos últimos también podrían explicarse previamente a la sesión, para que cuando surja la ocasión, cualquiera pueda usarlos. Por ejemplo, antes de comenzar la sesión, el DJ sabe que pueden darse ocasiones propicias para usar los proverbios “dar un codazo” y “tener un caballo Sejano”; basta con que los explique brevemente y luego, cuando surja la ocasión, los saque a relucir durante la partida. Se creará un efecto muy especial y es posible que los jugadores también se animen a usarlos.