Para empezar, aunque solo he leído tres de los dieciocho títulos de la colección AD&D, me atrevería a afirmar que, de todos, este es el título que presenta el argumento menos original: gran héroe (paladín para más inri, con lo repulsivos que son esos santurrones que masacran criaturas vivientes en nombre del Bien) conoce chica guapa amenazada por el malo, que quiere convertirla en su esposa y que no es otro que el conde Drácula... esta vez con el nombre de barón Strahd von Zarovich. El héroe, acompañado de la dama, se interna en el castillo, donde aventureros anteriores que fracasaron en su intento por derrotar al vampiro han dejado esturreados por ahí algunos objetos que serán de ayuda para derrotarle, ambos se pierden por las diferentes estancias, tiene lugar el enfrentamiento final (anunciado desde el principio), y ya está; vivieron felices y comieron perdices.
De este horroroso argumento hay que destacar dos puntos que contribuyen a empeorarlo aún más si cabe. Primero, el nombre del vampiro, que en un entorno de fantasía medieval como el de Dungeons & Dragons desentona a más no poder: Strahd von Zarovich. Parece que han cogido a un noble de la Europa del Este y lo han metido en la atracción esa de los dibujos animados de Dragones y mazmorras, transportándolo al "mundo mágico lleno de seres extraños" al que se hace referencia en la canción, enviándolo con el amo del calabozo. no hubiera estado mal, al menos para disimular un poco, un nombre más exótico y menos ruso. Y en segundo lugar, tenemos a un vampiro que aterroriza a todo Ravenloft desde su imponente castillo y que, sin embargo, es tan estúpido como para no deshacerse de los objetos mágicos de los aventureros a los que ha aniquilado, aún sabiendo que son letales para él. Parece que la única inteligencia que tiene la ha empleado en aprender a tocar el órgano (otro topicazo que encontramos muy pronto).
A pesar de esto, he de confesar que me sorprendí al comprobar que el autor nos describe de manera bastante competente y detallada cada rincón del castillo, y además hace gala de un estilo muy por encima de lo esperado en este tipo de libros. Los párrafos son largos, de hecho el tamaño de la letra es más pequeño que en otros libros, para ahorrar papel, y a veces, sobre todo al principio, da la sensación de que estás leyendo una novela juvenil "normal" e incluso entretenida. Pero esta buena sensación se va desvaneciendo cuando pasas del vestíbulo del castillo. Y no porque el autor de pronto haya perdido la inspiración y comience a empeorar la calidad de sus textos, sino por el diseño de la aventura, que la hace repetitiva a más no poder.
La idea en sí del diseño no está mal, de hecho es muy original, pero está muy mal aplicada. El librojuego está diseñado de manera que algunos objetos útiles para acabar con el vampiro están en lugares diferentes del castillo cada vez que empiezas una nueva aventura. Asimismo, el vampiro puede aparecerse en cualquiera de las estancias. Esto es posible gracias a las "jugadas previas", que consiste en tres tiradas de dados que hacemos antes de comenzar la aventura, denominadas con las letras A, B y C. Cada vez que entramos en una estancia comprobamos si el resultado de esas tiradas coincide con los números que se nos dan, y si es así se produce el encuentro con los objetos especiales o con el vampiro. Por ejemplo, imaginemos que nuestra jugada previa A tiene el valor 4. Al entrar a una estancia, el texto nos dice: Si tu jugada previa A es 3, pasa al 233; si no, pasa al 334. En este caso, pasaríamos al 334. Resulta ingenioso.
Pero, aunque la idea es buena, la forma en la que se ha aplicado es pésima. Y es que toda la aventura se puede resumir en una sucesión cíclica de acontecimientos cada vez que pasamos a una nueva estancia, lo cual la hace monótona y pesada. Siempre que entramos en una de las estancias del castillo, y si digo siempre es, de veras, siempre, ocurre esto:
1ª sección: el texto te pregunta si ya has estado aquí antes. Menos mal, porque si es así, no tienes que volver a pasar por todo lo que viene a continuación.
2ª sección: tirada para ver si la estancia provoca sensaciones extrañas en ti (restante o sumándote puntos de habilidades y haciendo que pierdas más o menos puntos de vida en los combates que tengan lugar en ella). Este punto era totalmente prescindible. Vale que ocurra en una de las estancias por ser especial, por ejemplo en la cripta, pero que ocurra en todas se hace pesadísimo.
3ª sección: tirada para ver si encuentras al vampiro.
4ª sección: tirada para ver qué monstruo te encuentras, y es que en todas
las estancias hay algún monstruo. Para colmo, en este punto, tu acompañante siempre te grita, sin excepción: ¡cuidado, Jeren! (Jeren es el nombre de tu personaje). La monotonía en estado puro. Ni siquiera cambian los diálogos antes del enfrentamiento.
5ª sección: una vez muerto el bicho, te pregunta en cuál de las estancias estabas antes del combate. Para ello se te da un listado de todas las estancias, y de esta forma podemos saber, antes de llegar a ellas, cuáles son las distintas estancias que podemos visitar, lo cual se carga todo el misterio. Penoso.
6ª sección: tirada para ver si encuentras objetos especiales.
7ª sección: sirve de transición para entrar en la siguiente estancia.
¡Y así durante todo el libro, palabra de Archimago! Esto termina aburriendo al más pintado, pero si tienes hígados suficientes para aguantar hasta el final (y ya hay que tener aguante, porque puedes terminar mareándote fácilmente después de haber seguido tantas veces el mismo proceso cada vez que entramos en una nueva estancia), comprobarás que puedes atacar de mil y una formas diferentes al vampiro, dependiendo de los objetos que tengas. Existen la friolera de 23 secciones diferentes a las que puedes pasar dependiendo de cómo quieras atacarle. Desde luego, este combate es lo único que se salva de esta abominación de librojuego, aunque me temo que para cuando el lector haya llegado se habrá quedado dormido.
Este es uno de los mayores ejemplos de cómo una buena idea puede estropear un buen libro, o cómo un diseño de la aventura soso y mal planteado puede dar al traste con un librojuego. Porque, la verdad, Jean Blashfield no escribe nada mal, pero, por Dios, que se dedique a escribir novelas normales, porque diseñando librojuegos debe ser el más soso de los autores. Y eso que tiene buenas ideas... qué se le va a hacer.
Y de las ilustraciones mejor no hablar. Horribles y muy sosas, a la altura del resto del libro. No salvo ninguna de ellas.
El sistema de juego de esta serie es una simplificación del sistema de D&D, muy sencillo de llevar. Se basa en la tirada de dos dados de seis caras, sumando el resultado a la puntuación de la habilidad que se utilice (siempre son tres habilidades, aunque varían en cada libro,dependiendo del personaje que llevemos). Si esta suma supera la cifra que nos indica el texto, hemos tenido éxito, y si no, hemos fracasado. En los combates, fallar la tirada significa perder puntos de vida (aquí llamados "de impacto"). En todos los libros se pierden muy pocos puntos en comparación con los que se tienen, por lo que es muy raro morir en combate. En muchos libros, a pesar de haber fallado la tirada, se puede avanzar a otra sección diferente, caso que no se da en el presente título. Además, al principio tenemos unos puntos de Experiencia (de 1 a 6, dependiendo de nuestra tirada) que nos servirán para gastarlos en aumentar nuestras habilidades, aunque para una sola tirada de dados.
Este sería el corpus elemental del sistema, que se repite en todos los títulos de la serie, pero cada uno de los títulos suele añadir unas reglas especiales. En este tenemos la posibilidad de usar una vara mágica con varios poderes especiales, pero no sabemos cuántas "cargas" tiene, por lo que debemos ir apuntando las veces que la utilizamos. También podemos hacer uso de algunos hechizos. En todos los casos, solo se puede hacer uso de estas habilidades especiales cuando el texto lo indica, y en el caso de los hechizos, una vez usado uno no se puede volver a utilizar. un sistema sencillo y eficaz.
En resumen, decir que me llevé una desagradable sorpresa con este libro, sobre todo sabiendo que es uno de los preferidos por los lectores. Qué diferentes se ven las cosas cuando somos adultos... por desgracia. Tal vez un niño pueda soñar al leer este librojuego, pero yo, en lugar de soñar, me duermo. Un título lleno de topicazos, pero que se hubiera dejado leer de no ser tan condenadamente repetitivo.
Puntuación (de 0 a 10): 3,5
2 comentarios:
Vaya, pues El vampiro de Ravenloft siempre fue uno de mis favoritos de esta serie, sí (los tengo todos además). Precisamente ahora andaba pensando en jugar alguna partida. Si tengo un rato podré comprobar si mi opinión como adulto difiere mucho de la que tenía siendo niño, aunque sería una pena.
Una interesante reseña, por otra parte. Enhorabuena. ;-)
Buenas! Tras mucho googelear he dado con este blog y esta entrada... A ver si alguien me puede echar un cable!:
Jugué/leí este libro (Ravenloft) cuando era un chaval y otro de la colección, cuyo título no recuerdo, y lo ando buscando desesperadamente... Yo creo que es LA ESFINGE, pero no he encontrado una sinopsis con los detalles que recuerdo vagamente:
Durante el juego unos de los objetos más poderosos eran 3 monedas, de cobre, plata y oro... el uso de tales monedas era sospechosamente "tolkieniano", incluso el villano era una especie de lord oscuro enorme envuelto en llamas con un poderoso cinturón (o-algo-así), uno de los pasajes transcurría en un lago con muertos al fondo (una de las "muertes" era quedarte ahí) y había unos bichos voladores con cabeza de león que vivían en un acantilado, custodiando una de las monedas (creo)
Os suena algo? Si es así... Titulo? (He encontrado un tio que vende LA ESFINGE por 35 euros (glups!) y no quiero arriesgarme a comprarlo de no estar seguro!!
MIL GRACIAAAAS!!!
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