viernes, 25 de mayo de 2007
Lobo Solitario
Quizá fuera cosa del destino. Quizá la diosa Ishir tenía otros planes para ti. El caso es que sobreviviste a la masacre que los Señores de la Oscuridad protagonizaron contra tus maestros y tus compañeros. La orden del Kai se extinguió junto con las humeantes ruinas del monasterio entre cuyos muros habías crecido con el nombre de Lobo Silencioso. Una tarde, tu falta de atención provocó el enfado de uno de tus profesores, que como castigo te mandó al bosque a por leña. Cuando volviste pudiste ver al ejército enemigo cayendo sobre el monasterio, pero te pusiste nervioso y te golpeaste con una rama cuando corrías a ayudar a los tuyos. Despertaste... y el monasterio ya no existía. Con lágrimas en los ojos, echas una última mirada a las ruinas pensando en tus compañeros muertos y corres hacia la capital para avisar de la invasión. Pero ya nadie te llamará Lobo Silencioso... de ahora en adelante te conocerán como Lobo Solitario, el último señor del Kai.
Así comienza la más larga y exitosa serie de librojuegos que se ha escrito hasta ahora. Joe Dever nos propone un fabuloso viaje por todo Magnamund a través de 28 libros en los que asistimos al desarrollo de una parte de la historia de este mundo, visto desde los ojos de uno de sus protagonistas. Un mundo lleno de peligros, de seres aviesos y engendros infernales que pretenden hacerse con su control para decantar a favor de los dioses del mal la interminable guerra que mantienen con los dioses del bien desde el principio de los tiempos. Magnamund es el único mundo donde aún se mantiene esa lucha. Veinte Señores de la Oscuridad luchan por la supremacía del dios Naar, mientras que el resto de Magnamund no tiene más opciones que resistirse al empuje de su imperio o unirse a ellos. Los monjes del Kai, bajo la tutela de la diosa Ishir, eran los únicos capaces de mantenerlos a raya, pero tras el último ataque perpetrado por sus inveterados enemigos, solo quedas tú, Lobo Solitario. Sin embargo, los Señores de la Oscuridad pagarán caro lo que le han hecho a tu orden, y muchos de ellos caerán a tus manos; además, verán renacer la Orden del Kai contigo como Maestro Supremo del Kai, y no podrán hacer nada por impedirlo. No obstante, aún queda por determinar quién ganará esta cruenta guerra. ¿Qué ocurrirá al final, vencerá Naar y sus Señores de la Oscuridad, o será Ishir y sus aliados?
Y es que no solo los monjes del Kai son aliados de Ishir. Existen muchas más órdenes y sociedades en Magnamund: el gremio de magos de la Hermandad de la Estrella de Cristal, los magos de Dessi, los druidas Cener... todas con su propia filosofía, sus propias habilidades que transmiten a sus discípulos en secreto, su propia visión del mundo que les hace aliarse con el mal, con el bien o permanecer en una complicada neutralidad. Y cada una situada en un país diferente, porque existen decenas de ellos, con sus propias costumbres, razas y formas de gobierno: monarquías, repúblicas, imperios, oligarquías... Magnamund representa una riqueza sin igual desarrollada a lo largo de la serie, y tal vez solo comparable a la que encontramos en obras tan importantes como El Señor de los Anillos.
Podríamos situar esta serie dentro del género de fantasía épica, ya que en muchos de sus libros tienen lugar grandes batallas y asedios, muchas veces emotivos y emocionantes, así como grandes hazañas con las que se consigue cambiar el curso de una guerra.
Además, nos encontramos con gran cantidad de personajes secundarios, algunos de los cuales adquieren una fuerte personalidad a lo largo de la serie y tienen una importante repercusión en el desarrollo de los acontecimientos. Gracias a ellos la historia gana en complejidad y resulta más atractiva, si bien es cierto que en los primeros libros Dever no supo aprovechar muchos de ellos.
Lo cierto es que Lobo Solitario no es una serie de librojuegos como las demás. Su universo es tan complejo que resulta difícil describirlo con pocas palabras. Si nos limitamos a hablar de algún aspecto cometemos el error de dejarnos todos los demás en el tintero. Y es que muchos son los componentes que hacen que esta sea una gran serie, y solo la suma de ellos tiene la capacidad de trasladarnos a ese mundo fantástico del que forman parte. Tal vez es esta la razón por la que me resultó tan difícil meterme de lleno en la serie. El nuevo mundo que se abre paso a través de nuestra imaginación se va construyendo poco a poco en cada libro. Los lazos que se van estableciendo en él tardan un poco en consolidarse y dar el fruto deseado, que es convertirse en el pegamento que mantiene unido el complejo mosaico que es Magnamund. Pero merece la pena darle una oportunidad. Yo lo hice, y no fue hasta el octavo libro de la serie cuando me di cuenta de su grandeza.
Iremos visitando cada uno de los libros de la serie y conociendo la historia que se cuenta a través de las reseñas, pero antes echemos un vistazo a su estructura. Aunque el autor pensó en escribir un total de 32 libros, la serie se quedó en 28. El primer título, Flight from the Dark, fue publicado en Junio de 1984, cosechando un gran éxito, mientras que catorce años después, en 1998, la serie se cerraba de forma precipitada con la publicación de The Hunger of Sejanoz. La colección se puede subdividir en cuatro sagas:
- Saga del Kai. Comprende los cinco primeros libros, y comienza con la destrucción del monasterio del Kai y la invasión de Sommerlund (patria de Lobo Solitario) por parte de los Señores de la Oscuridad. A lo largo de ella asistimos a la forja de un héroe cuyas hazañas desembocarán en una crisis en las Darklands, país de los Señores de la Oscuridad.
- Saga del Magnakai. Esta saga, que comprende los libros del sexto al duodécimo, gira en torno a las llamadas Piedras de la Ciencia, los artefactos que permitieron al primer Señor del Kai adquirir el conocimiento necesario para crear la orden. Lobo Solitario busca las piedras en cada libro, pero al mismo tiempo los Señores de la Oscuridad se están reorganizando y, bajo la hegemonía de su nuevo soberano Gnaag de Mozgoar, se preparan para lanzar un golpe definitivo que les permitirá invadir todo el norte de Magnamund.
- Saga del Gran Maestro. Comprende los títulos tridécimo a vigésimo. En ella el protagonista va ganado aún más poder y sabiduría hasta que consigue vencer a sus enemigos, los Señores de la Oscuridad, vengando así a sus maestros.
- Saga de la Nueva Orden. Consta de doce títulos, pero solo se publicaron ocho, que se corresponden con los últimos de la serie. Lobo Solitario funda una nueva orden del Kai, y el lector encarna a uno de sus estudiantes.
Actualmente se está reeditando la serie en el Reino Unido. Joe Dever pretende revisar cada uno de los 28 títulos ya publicados, realizando en ellos pequeñas modificaciones y añadidos, así como escribir por fin los cuatro últimos títulos pertenecientes a la saga de la Nueva Orden. Además, se está creando un videojuego y parece que va a salir a la luz un nuevo juego de rol basado en el mundo de Lobo Solitario junto con algunos suplementos (ya existía un juego de rol, pero su sistema es prácticamente una copia del de Dungeons&Dragons). En Francia también se están reeditando con la participación de Gray Chalk, que sin duda atraerá a muchos seguidores.
En España fue la desaparecida editorial Altea la encargada de traducir y publicar la serie. Por desgracia, tras publicar el undécimo libro ya no apareció ninguno más, dejando así incompleta la saga del Magnakai. Mucho más tarde, en 2003, Timun Mas se hizo con los derechos de publicación, pero solo pudo reeditar los cinco primeros títulos. Sin embargo, gracias a los aficionados de la web Gran Maestro Lobo Solitario, hoy se puede leer el último título del Magnakai en castellano, y pronto saldrá a la luz la traducción de los primeros títulos de la saga del Gran Maestro.
Todos los libros, que yo sepa, y con excepción del quinto, constan de 350 párrafos. Todas las aventuras, excepto tal vez la primera, tienen una duración razonablemente larga, ya que apenas existen párrafos de transición (es decir, aquellos que se limitan a redirigirte a otro párrafo). Los párrafos de Lobo Solitario son los más "literarios" que pueden encontrarse en un librojuego. Suelen ser de longitud media, y se hacen cada vez más largos en libros posteriores.
Las reglas del librojuego eran algo complejas para la época, pero su sistema es bastante aceptable. Se basa en tiradas de un dado de diez caras (o la elección al azar de un número en la llamada Tabla de la Suerte, que viene a ser lo mismo) y en la elección de las Disciplinas de Lobo Solitario. Estas son las habilidades que adquieren los monjes del Kai a través del entrenamiento. Cuando se comienza con el primer libro, se parte con un determinado número de Disciplinas, y cada nuevo libro se puede elegir una más. Este sistema se usa durante toda la serie. Para librar los combates se compara la puntuación de Destreza en combate de Lobo Solitario con la de su enemigo, se elige un número al azar en la Tabla de la Suerte (o se tira un dado de diez caras) y se comprueba el resultado en una tabla, que indica cuántos puntos de Resistencia pierde Lobo Solitario y cuántos su enemigo. Obviamente, cuanto mayor sea la diferencia de tu Destreza sobre la de tu enemigo, más fácil será derrotarle sin sufrir pérdida de puntos de Resistencia. Aparte de esto, debes tener en cuenta tu mochila, que dispone de ocho espacios para objetos, tus armas (solo puedes llevar dos), tu bolsa de dinero (puede llevar hasta 50 monedas) y tus comidas. Si en Brujos y Guerreros podías ganar puntos de Resistencia comiendo, en Lobo Solitario no los ganas, sino que los pierdes en caso de que no puedas comer cuando el texto te lo indique, lo cual resulta mucho más realista. Todo queda muy bien reflejado en la carta de acción, que además tiene un diseño muy correcto y con algún dibujo que favorece la ambientación (al menos las de la edición de Altea).
Y no podíamos dejar de dedicar un comentario a las ilustraciones de esta gran serie. De hecho, muchos pensamos que Lobo Solitario, al menos en sus primeros libros, le debe mucho a Gary Chalk, que diseñó, con gran acierto, monstruos muy originales y lugares mágicos en los que Dever se basó para escribir las aventuras. El estilo de Chalk era único. Sabía suplir con creces su falta de técnica con su estilo original, a gusto de muchos muy acorde a la serie, con aquellos rostros retorcidos que daban a sus ilustraciones una extraña sensación de realidad irreal: el dibujante nos abría una ventana a un mundo, pero estaba claro que no era el nuestro. Chalk ilustró los ocho primeros títulos, y nos dejó pequeñas joyas en todos ellos (aunque parece que en los últimos libros su nivel bajó un poco), muchas de las cuales se encontraban en las pequeñas ilustraciones, que a veces mostraban una exquisita profusión de detalles. Luego llegó Williams, y ya se quedaría. Este dibujante nos trasladó a un mundo más cercano al Renacimiento, que era tal vez una ambientación más fiel a la idea original de Dever. En comparación con Chalk, su técnica parecía superior, pero perdía en originalidad. Al menos en España, conocimos más profundamente la obra de Chalk, ya que solo vimos tres libros ilustrados por Williams. Pero este también nos dejó sus joyas.
En fin, al final, lo que nació como una ambientación alternativa para Dungeons & Dragons, terminó convirtiéndose en toda una serie llena de buenos momentos que quedaron grabados en la memoria de miles de niños y adolescentes en la década de los ochenta y los noventa. La serie, la segunda de más éxito tras la de Lucha-Ficción (Fighting Fantasy, que a pesar de ser algo más popular es de calidad muy inferior), bien merece que nos detengamos en ella. Iremos analizando cada uno de sus títulos en próximos artículos.
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3 comentarios:
Gran articulo. Será un placer revisitar cada uno de los títulos de la serie.
¿la segunda ilustración es del Skull of Agarash? No la reconozco...
Sí, es del comic, de la parte dibujada por Williams. Está muy chula, ahí LS me recuerda más a una criatura de la oscuridad que a un señor del kai (tiene un careto de mala leche que pa qué...)
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