lunes, 29 de diciembre de 2008

Murena

Hace un tiempo, en el blog de Arcana Mundi, leí un artículo sobre un cómic francés que me llamó la atención. Indagué sobre él en la red y solo encontré buenas críticas. Cuando lo compré, comprendí por qué ha sido alabado incluso por catedráticos de Historia Antigua. Como mínimo, por mi parte, merece este dossier, en el que, como siempre, lo analizaré a fondo sin desvelar detalles sobre su trama.

Nos ocupamos aquí de los cuatro primeros tomos de Murena, que conforman el primer ciclo de la serie, conocido como el Ciclo de la Madre, en alusión al personaje de Agripina, como veremos a continuación. Los cuatro tomos son:

1. El púrpura y el oro
2. Arena y sangre
3. La mejor de las madres
4. Los que van a morir...













Nos encontramos en el año 54 de Nuestro Señor. El emperador Claudio gobierna Roma, que es como decir el mundo. Casado con Agripina, adoptó a su hijo, Nerón, pero mostraba predilección por Británico, el hijo que tuvo con su esposa anterior, Mesalina, a la que mandó matar debido a su infidelidad. No obstante, todos sabemos quién terminó reinando después de Claudio, y en ello tuvo mucho que ver su madre, que, como se dice en la contraportada del primer volumen, envenenó a su marido antes de que diera a conocer su testamento, en el que dejaba su imperio en manos de Británico, para que un joven Nerón heredara el trono y ella pudiera reinar desde las sombras, manipulando a su hijo. Una mujer de armas tomar. El cómic trata, efectivamente, de los tejemanejes e intrigas de la corte de Nerón, pero el hilo conductor es otro personaje cuyo nombre da título al cómic. Murena es el hijo de Lolia Paulina, amante del emperador Claudio, que pretende casarse con ella. Pero para eso debe repudiar a su esposa actual, Agripina, cosa que no está dispuesta a consentir esta peligrosa mujer. Murena traba amistad con Nerón cuando este aún solo es el hijo adoptivo de Claudio, y por desgracia para él su familia representa un peligro para las ambiciones de Agripina. Cuando se entera del peligro que corre su madre, le pide a Nerón que interceda por ella, pero este todavía es un muchacho sin ninguna ambición, totalmente dominado por una madre enérgica y autoritaria a la que es incapaz de enfrentarse. A lo largo de la serie, la amistad entre Murena y Nerón se tambalea continuamente, pasando a veces incluso a la enemistad, y descubriremos que, a la larga, la amistad con este emperador implica un peligro mayor que los beneficios que puede reportar.


Aparte de este argumento apasionante, desarrollado a través de un guión magistral, es de destacar el cuidado que se ha puesto en la ambientación, tanto a nivel pictórico como narrativo. En lo tocante al aspecto visual, asistimos a una estupenda reconstrucción de Roma, con sus edificios emblemáticos, los foros, los templos, el Palatino, tanto en su apariencia externa como en su arquitectura interior, las villas, los jardines, la vestimenta, los adornos, el armamento, el mobiliario... Todo un despliegue de talento detrás del cual se observa una seria labor de investigación y un verdadero esfuerzo por introducir de lleno al lector en la Antigua Roma, que nunca antes había estado tan cerca. Con respecto al aspecto narrativo, podría esta considerarse una obra didáctica, ya que aprendemos muchas cosas sobre el comportamiento de los romanos, cuáles son sus principios, qué cosas les preocupan, su actitud ante la vida y la muerte, en definitiva, los variados escenarios de su vida cotidiana. Aprendemos que los gladiadores luchaban desnudos en la arena, que los que sobrevivían a las fieras luchaban hasta que solo uno de ellos quedaba en pie, pero que al gran público no le interesaba demasiado su destino, comprobamos cómo eran las orgías, qué hacían los nobles para divertirse, la importancia del ejército, cómo eran los esclavos y cómo eran tratados por sus dueños, y muchas cosas más. Pero lo más importante es que somos testigos de su manera de ver la vida, su forma de pensar y de enfrentarse a la realidad, lo cual es un gran punto a favor, por las complicaciones que implican su implementación en cualquier obra y por el abandono que sufre este aspecto por parte de novelas y cine histórico en la actualidad.


También me gustaría llamar la atención sobre otro aspecto que me ha parecido muy positivo. Los autores no caen en el error de presentarnos la Roma idealizada que Hollywood se ha encargado de explotar hasta la saciedad. No esperéis ver en el joven Nerón a un déspota sin corazón ni sentimientos y al que le importa un bledo que arda Roma. Aquí toda conducta tiene su explicación, y si leéis el cómic comprobaréis por qué Nerón, al que en un principio ni le interesaba el poder, acabó siendo lo que fue.

Hay que hablar, y mucho, del dibujo. Es soberbio, y mejora notablemente conforme avanzamos, sobre todo en los dos últimos tomos, en los que los rostros están mucho mejor conseguidos y son más expresivos. También va mejorando el uso de la perspectiva, que alcanza cotas admirables en el último tomo. Hay una sola viñeta en toda la obra que no me ha gustado: la carcajada de Agripina en la última viñeta del segundo tomo. Pero, quitando esta, merece la pena quedarse admirando prácticamente todas las viñetas durante un rato. Tanto las expresiones como las poses de los personajes son soberbias, transmiten mucho sin necesidad de mirar los bocadillos. Por otra parte, no encontramos espectaculares ni originales disposiciones de las viñetas, ya que se suceden a la manera clásica, encerradas en un recuadro y sin que se salga de él ni un trazo. La composición que hay que admirar se encuentra dentro de cada viñeta, y no fuera de ellas ni en su disposición. Hay, no obstante, un detalle que, a título personal, me habría gustado que se hubiera cuidado más, y es que la transición entre escenas puede tener lugar en una misma página, cuando sería mucho mejor separarlas por páginas. Esto tiene que ver con el uso del color, que es otra de las bazas de esta estupenda obra. El cómic sería otro si el color no se hubiera usado de manera tan magistral. Con la combinación de tonos fríos o cálidos se crea una ambientación estupenda, de tal manera que sabemos perfectamente si la escena se desarrolla en una sala tenuemente iluminada, si la luz proviene de antorchas, o si entra por alguna rendija. A esto hay que añadir el perfecto uso de luces y sombras, así como un amplio espectro de colores inusual en obras como esta. Así pues, en cada escena se usa un grupo de tonalidades diferentes, y es por eso que choca el contraste que se produce cuando, en la misma página, se cambia de escena. Sorprende también la gran cantidad de desnudos integrales que aparecen a lo largo de la serie. Ni uno solo de los personajes se libra del desnudo, y a veces, cuando llevamos un rato sin ver pechos ni penes, aparecen escenas que se nota que han metido con calzador para proporcionar más desnudos. Al principio es un regalo para la vista, no lo voy a negar, pero al final terminé un poco harto de verle las tetas a Agripina.


La narración es ágil, y los diálogos tienen la duración que les corresponde: no sobra ni falta ni una palabra ni tampoco una viñeta. En ocasiones, además, son muy inspirados: Séneca nos deleita con algunos extractos de sus obras, y otros personajes, como Agripina, sueltan frases que, aunque breves, como una serpiente, muerden con celeridad, inoculando un veneno mortal en pocos segundos.

Hay una gran variedad de personajes, cada uno con su personalidad y sus motivaciones, que enriquecen mucho la historia con la interacción que mantienen entre ellos. Solo me ha sobrado uno, que aparece fugazmente en el tercer tomo, y cuyo mero papel es incrementar el odio entre dos de los personajes. De la relación entre ellos nace la historia que se cuenta en el cómic, y hay que reconocer el acierto con el que los autores han diseñado esa telaraña de relaciones que va ganando complejidad, de manera que repercute en los hechos en el futuro, creándose una compleja red de afinidades y enemistades con base en las anteriores, que va guiando la historia con suma agilidad.


Puesto que tan importantes son los personajes de Murena, vamos a detenernos en cada uno de ellos, para que nadie se pierda cuando lea los cómics.

Lucio Murena

Curiosamente, el personaje, para mí, menos interesante y más plano del cómic, al menos en el Ciclo de la Madre. Al principio disgustado por la relación amorosa entre su madre y el emperador, luego solo busca venganza por las afrentas hechas a su familia. Es el rostro que menos variedad de expresiones presenta a lo largo de la serie. Por hacer un símil con el mundo del cine, podríamos decir que Murena es el Keanu Reeves de la Antigua Roma. Da la sensación de ser un personaje que nunca está contento con nada, un amargado, con una historia bastante pobre, todo hay que decirlo, que se basa solamente en el deseo de venganza. Su único atractivo es el hecho de que él mismo sea el hilo conductor de la historia, ya que casi todos los personajes tienen que ver algo con él y con sus planes. Suerte que los demás personajes son más interesantes (no obstante la cosa cambia, y mucho, en el Ciclo de la Esposa, en el que se convierte sin duda en el personaje más interesante... pero la verdad es que en el Ciclo de la Madre es totalmente eclipsado por los demás personajes). Al principio traba amistad con Nerón, pero luego surgen dificultades entre los dos.

Claudio

El emperador es un hombre cuyos remordimientos recientemente le han llevado a dejar a un lado a su esposa Agripina y a su hijo Nerón, al cual adoptó, convirtiéndolo con ello en su heredero al trono, para volver a acercarse a su hijo Británico, hijo de su matrimonio anterior, y al que desea legar su imperio. En varias ocasiones se hace referencia a su ridículo tartamudeo y su cobardía, parodiados por varios autores, pero en el cómic estos se relegan al episodio de la muerte de Calígula a manos de su guardia pretoriana, durante el cual, siendo apenas un muchacho, Claudio se escondió detrás de unas cortinas aterrorizado y pocos después fue elegido emperador. En el transcurso de esta historia, en cambio, vemos a un Claudio dominado por el amor a su hijo Británico y a Lolia Paulina, amor que motiva todas sus acciones.

Balba

Gladiador de origen nubio, al que en las primeras páginas del cómic vemos luchando en la arena. Se salva gracias a Británico, que pide clemencia por él, a lo cual su accede su padre, regalándoselo como esclavo. Hombre con principios, que prefiere morir antes de perder su orgullo, se enfrentará en diversas ocasiones a otros gladiadores que se encuentran en bandos enemigos. Draxio se convertirá en su némesis por ser la guardia pretoriana de Agripina, pero en realidad será el sanguinario Massam su verdadero enemigo. Es el personaje que mejor me cae de todos, porque con su sola determinación es capaz de transmitir su fuerza a los demás para que se enfrenten a sus miedos: contagia de valor a Británico, que tras la muerte de su padre se había venido abajo, haciéndole mostrarse como legítimo heredero del emperador por su carácter, y más tarde hará ver a Murena que no hallará paz hasta derrotar a su enemigo. Con Murena precisamente comparte una motivación: la venganza; pero es un personaje mucho más rico que él, al menos en los primeros cuatro tomos.

Frase: La fuerza no es nada sin el odio. No te olvides nunca del odio...

Británico

Hijo del emperador Claudio y de Mesalina, su anterior esposa, y hermanastro de Nerón. Es un chico dulce y pacífico al que su padre adora y espera que le suceda en el trono, en detrimento de Nerón. No obstante, al principio entre los dos hermanos hay una buena amistad, ya que a ninguno de los dos les interesa demasiado el poder. Aparece como un personaje débil, aquejado por la llamada “enfermedad de los dioses”, que es como llamaban los romanos a la epilepsia. A la muerte de su padre, su esclavo Balba le devolverá la seguridad en sí mismo y le animará a reclamar su derecho al trono, haciendo uso del misterioso testamento de Claudio.

Nerón

Para mí, el personaje más interesante de la serie. Asistimos a transformación de un muchacho carente de ambiciones que solo piensa en ser un buen poeta y que se esconde en las faldas de su madre cada vez que sobrevienen dificultades, en un hombre ambicioso que solo busca la manera de mantener un dominio absoluto sobre su imperio, y que por otra parte va siendo vencido por la demencia, al verse obligado a cometer actos horribles para conservar su poder. La única persona a la que realmente ama es a su tía Domitia, hermana de Agripina, y en cuya casa encuentra un refugio de paz junto a la que él considera su verdadera madre. En él encontramos la respuesta a cómo un muchacho como puede serlo cualquiera de su edad se va convirtiendo en un Dios tan voluble y perverso como los que dominan el Panteón, que necesita ser adorado por todos los que le rodean y que sucumbe a la ira con demasiada facilidad. Es su necesidad de ser adorado como Dios también su punto débil, pues los cortesanos que le rodean tratan de manejarle mediante la adulación, y a veces lo consiguen.

Agripina

La esposa del emperador, cuya belleza solo es comparable con su infinita ambición y su desmedida crueldad. Ningún obstáculo, por insalvable que pueda parecer, es capaz de detenerla cuando se propone conseguir lo que desea. Incapaz de sentir verdadero amor por nadie, ni siquiera por su hijo Nerón, su mayor ambición es verlo en el trono y manejarlo para poder gobernar ella misma desde las sombras. Cosa que es muy factible, pues el propio Nerón confiesa el temor que le inspira su madre. Es el personaje más puramente malvado de esta historia, aunque esa maldad encuentra su explicación en su ambición, que la convierte en una persona sin escrúpulos, capaz de cometer las mayores atrocidades sin ni siquiera pestañear.

Frases: Mi corazón también late, pero al ritmo que yo le dicto. ¡Y no tiene derecho a opinar!

Palas

Liberto de Agripina. Actúa como su espía personal, y le informa de todos los rumores de la corte, aunque también lleva a cabo sucios negocios que le proporcionan grandes sumas de dinero. Uno de ellos es ofrecer a su joven y bella esclava Acté como prostituta al mejor postor. Es un individuo traicionero del que es mejor no fiarse, ya que siempre se arrima al árbol que da más sombra. El prototipo de cortesano intrigante.

Lolia Paulina

Amante del emperador y madre de Lucio Murena. Aunque no ama realmente a Claudio, lo aprecia y espera que tanto ella como su hijo puedan vivir seguros bajo su protección.

Locusta

La mujer que fabrica las pociones y venenos para Agripina. Es muy buena en su trabajo, y no duda en usar los métodos más crueles con tal de conseguir el efecto deseado para sus pociones. En el cómic se establece un símil entre esta mujer y una gorgona (según la mitología, había tres gorgonas, hembras de aspecto monstruoso, cuyos cabellos eran serpientes; una de ellas fue la famosa Medusa). La forma de sus cabellos imita a las serpientes que estos seres mitológicos tenían por tales.

Domitia

Tía de Nerón y hermana de Agripina, de la que parece su antítesis. Dulce, cariñosa y sin más ambición que el amor y el bien de Nerón, suele acoger en su villa a su sobrino, al que ha criado en ausencia de su hermana como si fuera su propio hijo. Incapaz, como tantos otros, de enfrentarse a Agripina, no podrá evitar que esta se lo arrebate para llevarlo a la corte e intentar convertirlo en el emperador de Roma.

Afranio Burro

Prefecto de Claudio. Militar de corazón, intentará sacar partido de la ambición de Agripina, poniendo al ejército a favor de su hijo a cambio de algunas mejoras para las legiones romanas.

Acté

Esclava de Palas, convertida por él en prostituta a pesar de su corta edad, y gracias a la cual consigue grandes sumas de dinero. Nerón se enamorará de ella y entre los dos surgirá una bonita historia de amor. Será ella la que en primera instancia le aconseje y le prevenga sobre su madre, dándole además todo el cariño que le ha faltado de ella.

Séneca

Célebre cortesano, que actúa como la voz de la razón gracias a su sabiduría. Aunque en un principio se posiciona a favor de Agripina, luego lo hace a favor de su hijo, de quien se convierte en preceptor por orden de su madre, y al que intenta educar para que sea un buen emperador. Suele dejar caer muestras de su pensamiento en frases geniales, que pronuncia con tino cuando la ocasión lo requiere.

Frases: El que tiene mucho, siempre quiere más... esto prueba que no tiene lo suficiente. El que tiene lo suficiente ha logrado tener lo que el rico nunca llega a conocer: el fin de sus deseos.

Draxio

Gladiador de origen tracio al que libera Agripina para convertirlo en su guardia pretoriana. Famoso por su tremenda fuerza, tendrá varios enfrentamientos con Balba, por ser este esclavo de Británico, uno de los enemigos de Agripina. Es el típico guerrero que solo confía en su fuerza y que obedece ciegamente a su ama como esclavo suyo que es.

Massam

Procedente de las minas de Silesia, fue comprado por Baco Sorocto, dueño de una escuela de gladiadores. Individuo cruel y siempre sediento de sangre, desde un primer momento ve en Balba a un peligroso adversario, por lo que no parará de provocarle. Precisamente su fiereza es lo que le hace tan valioso para su dueño, que siempre intercede por él cuando saca a relucir al salvaje que lleva dentro. Aunque no llega a tener la fuerza de Draxio, el odio que siente hacia sus rivales y su incontrolable sadismo le hacen incluso más peligroso que él. Una bestia incapaz de entender y de concebir lo que es la piedad.

Petronio Arbiter

Famoso escritor romano, autor del Satiricón, aunque en la época en la que se desarrolla la historia aún no es conocido. Amigo de Murena, le acoge en su casa, y este a cambio intenta introducirlo en la corte, donde desea triunfar gracias a su talento. Tendrá más peso en el Ciclo de la Esposa, en el que comprobaremos cuáles son sus verdaderas inclinaciones.

Frase: Nuestro error está en creer que podemos controlar nuestras pasiones, cuando en cambio son ellas las que nos dominan. Para protegerme de ellas, yo las observo con atención, las dejo expuestas al sol... hasta que se pudren.

Arsilia

Hermosa esclava de Petronio, que se la compró a Popea. El amor que le brinda a Murena le proporciona a este una vía de escape de la terrible realidad que vive. Precisamente, Petronio se la cede en un intento de que su amigo olvide sus ansias de venganza y pueda rehacer su vida. Las artes amatorias de Arsilia son tales que llega a conseguirlo durante un tiempo, pero ella misma reconoce que, aunque es realmente diestra en estas lides, no puede ni siquiera compararse con su antigua ama, Popea.

Popea Sabina

Según muchos, una de las mujeres más hermosas de Roma, casada con Otón, uno de los favoritos de Nerón. Tratará de recoger el testigo de Agripina, seduciendo al césar guiada por su ambición. De hecho, tendrá un papel destacado en los cuatro siguiente tomos, que conforman el “Ciclo de la Esposa”. Si te dejas atrapas por su mirada estarás perdido...

Otros personajes

Hay otros personajes curiosos que tienen una aparición testimonial en este primer ciclo, pero cuando menos curiosa. Por ejemplo, Pedro, que viene a Roma a predicar el cristianismo, o Publio Trasea Peto, miembro del senado, que pronuncia su famosa frase: “De nuestros silencios, siempre podemos ser dueños. La palabra, en cambio, nos esclaviza.”

El final de este ciclo deja muchas cosas pendientes, cuya resolución podremos ver en el “Ciclo de la Esposa”. Además, antes de concluir el último tomo, se nos insinúan los cambios que se producirán con el paso del tiempo. Pero hay mucho que hablar sobre cada tomo por separado, y tal vez, si el tiempo lo permite, me detenga en cada uno de ellos, pues lo merecen.

Actualmente se encuentran publicados los dos primeros tomos del Ciclo de la Esposa, que son los núeros 5 y 6. Los incondicionales de la serie no vemos la hora en que salga por fin el séptimo y penúltimo tomo. ¡Queremos que arda Roma!

Tenéis más información sobre el comic (en francés) y más imágenes en su web oficial.