miércoles, 5 de noviembre de 2008

El aliento del diablo

Comento hoy mis impresiones sobre El aliento del diablo, película ambientada en la Edad Media. Se trata de una película del director Paco Lucio, rodada en 1993, que ganó un par de premios. Dura unos 80 minutos , tiempo que, como intentaré argumentar a continuación, no merece gastarse en su visionado.

Un entorno impresionante y una bonita fotografía. Es todo lo que se puede rescatar de esta película vacía y sin argumento, que tiene como protagonista a un mudo. Los diálogos son muy escasos y poco inspirados, y la historia está llena de tópicos medievales: el cura fanático, el señor tirano y sus malvados secuaces, la peste, que más que una enfermedad parece un veneno... No tengo muy claro cuál es el argumento, ya que el hecho de que el protagonista sea mudo no ayuda mucho. Parece ser que la historia versa sobre una familia, formada por un cazador (el mudo), su bella mujer, su hijo y su anciana suegra viajan a casa de su hermano huyendo del hambre. Allí descubren que hay buena caza y que se puede comer bien y a menudo, pero a cambio deben vivir sabiendo que son propiedad del señor feudal que domina esas tierras. Poco a poco, lo que parecía una estancia tranquila y feliz en casa del hermano, se va convirtiendo en una serie de desgracias que culmina con la llegada de la peste, y cuyo germen, según he creído entender, se encuentra en la muerte de la suegra del mudo y en la caída al lago de su cuerpo, que al quedar insepulto trae la desgracia a la región. Aunque, en lugar de eso, yo diría que la desgracia la trae la bella esposa del mudo, que es deseada por todos, y que lleva a los hombres a la traición y al crimen por tal de poseerla. Todo esto, sazonado con algunas escenas eróticas y de relleno en que se muestra la superstición de la época, es lo que completa este desafortunado filme.

Me ha gustado el vestuario, sobre todo el de los soldados, así como el paisaje, con ese lago rodeado de una frondosa foresta que separa las distintas poblaciones, pero poco más. La película pretende guardar una fidelidad histórica, pero se cometen varios fallos. Por ejemplo, los soldados llevan arcos, cuando eso era bastante difícil de ver en España, lugar donde proliferaron las ballestas y el uso del arco quedó reducido a los árabes y a los cazadores, que usaban una especie de arco corto. Al principio aparece una escena de caza mayor muy mal planteada, en la que los hombres se limitan a seguir a caballo a la presa y en la que usan arcos como si de rifles actuales se tratara; no se ven ni perros, indispensables para atrapar a la presa una vez abatida, ni ballestas, usadas por los señores, ni halcones. Sí que vemos una interesante escena en que comprobamos el uso de un hurón para cazar conejos, por parte del mudo y su hermano.
El diálogo del cura, centrado en su preocupación de la naturaleza diabólica de la suegra muerta, resulta casi cómico, aunque no lo pretenda.
También son erróneos los excesivos planos protagonizados por ratas, que aparecen desde el principio anunciando la peste, cuando en la época ni se sospechaba que eran estos roedores la que la propagaban.
Otra cosa reseñable es la manía que tiene el mudo de matar a la gente mordiéndole en la yugular, que más que un cazador parece un vampiro. No me ha quedado muy claro si además de mudo es sordo, lo cual impediría que fuera tan buen cazador como se dice en la película, pues este necesita de todos y cada uno de sus sentidos para desempeñar su labor en el bosque, y más aún para moverse sin ser visto ni oído, cosa que el mudo suele hacer.

El único "diálogo" que me ha gustado del mudo es cómo le dice mediante señas a su hijo que volverá cuando amanezca.

En definitiva, una película de la que se podía haber sacado muchísima más chicha, sobre todo teniendo a disposición esa región arbolada, ese lago y ese castillo y esos buenos decorados que por sí solos pienso que recreaban bien la época medieval. Una pena.

2 comentarios:

Oca dijo...

La verdad es que no he visto la película, pero viendo tu comentario, no se si verla simplemente para echar un vistazo a los escenarios, o simplemente pasar de ella, por lo mala que es.

Juan Pablo dijo...

Bueno, puedes echarle un vistazo si sientes curiosidad, normalmente cuando se habla tan mal de algo luego uno se lleva mejor impresión de lo que espera... Además, yo soy muy tiquismiquis con los detalles, como habrás visto, y si veo que la cagan ahí, para mí baja muchos enteros la peli. Pero en fín, lo que sí verás es que no es nada del otro jueves.